Aprendizaje. Cuál es su naturaleza y cómo se produce

Las neuronas sensoriales son la puerta de entrada de la información que el cerebro recoge del medio ambiente. Son las encargadas de convertir los estímulos externos (olfativos, auditivos,…) en estímulos internos eléctricos, que viajarán a través del Sistema Nervioso Central hasta el cerebro. Una vez en él, estos impulsos eléctricos activarán ciertos grupos neuronales y, dependiendo de la naturaleza de la conexión interneuronal existente, se producirá una respuesta cerebral determinada que se traducirá exteriormente, en una acción o comportamiento.
El comportamiento resultante retroalimentará al cerebro, es decir, provocará otros estímulos sensoriales que proveerán al cerebro de nueva información sobre el éxito o fracaso de su respuesta. En base a esta nueva información, el cerebro modificará o no su respuesta (dicho de otro modo, ajustará sus patrones comportamentales) con la finalidad de alcanzar un único objetivo: el éxito adaptativo. Podemos decir que es así como el cerebro aprende.
Estos cambios son los que nos dan la idea de que el cerebro es algo dinámico, cambiante y adaptativo. Es lo que se conoce como Plasticidad Neuronal y es la base del aprendizaje.
La Plasticidad Neuronal o Neuroplasticidad, contrariamente a lo que se creía, es una característica que el cerebro conserva a lo largo de toda la vida y hace posible que una persona sea capaz de aprender durante toda ella.
Nuestra vida depende de las experiencias, del medio ambiente, de las interacciones sociales, personales,… que cada uno ha ido experimentando y somos producto de cómo el cerebro ha asimilado y respondido a cada una de ellas.
¿Por qué el sueño es tan importante para el aprendizaje? ¿Sería posible el aprendizaje sin sueño?

Durante el sueño se asimilan los aprendizajes ocurridos en la fase de vigilia, se integran los nuevos aprendizajes con otros ya adquiridos e incluso se forman aprendizajes nuevos fruto de esa asimilación. Durante el sueño activo, o fase REM, se lleva a cabo la consolidación de los aprendizajes relacionados con las habilidades y maneras de actuar, y durante el sueño profundo, o fase no REM, se lleva a cabo la consolidación de los aprendizajes relacionados con las memorias declarativas (memoria episódica y memoria semántica). Si no existiese el sueño, no se podrían llevar a cabo la asimilación y reorganización de la información nueva por parte del cerebro, por lo tanto, no sería posible el aprendizaje.
En definitiva, el sueño es importante para el desarrollo cerebral y el aprendizaje. La falta de sueño en las poblaciones escolares está relacionada con la aparición de múltiples trastornos psicológicos (como depresión, estrés, problemas conductuales, vulnerabilidad al estrés y TDAH), con dificultades en el aprendizaje, un menor rendimiento académico, una menor eficacia mnemónica, dificultad en la toma de decisiones y en la solución de problemas.
Kurisu
Bibliografía: Bases del Aprendizaje y Educación, Daniel Anaya Nieto. Editorial Sanz y Torres.
Imágenes Extraídas de:
http://rocio-la-mariposa-azul.blogspot.com.es/2012/01/donde-nace-un-problema-de-aprendizaje.html
http://noticias.iberestudios.com/wp-content/uploads/2010/03/Neuronas.jpg
http://thedreams-favylu.blogspot.com.es/
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